Dicen que esta isla es árida, casi desértica, tapizada en negro del picón de los campos de cultivo, y de los diferente marrones del suelo. Con el casi diario soplar de los vientos alisios en verano, y las calmas de la calima acompañada de sus nubes de polvo, y buen tiempo todo el año.
Isla de contrastes, paisaje lunar salpicado de las siluetas de sus mas de 100 volcanes y la belleza de sus playas menos conocidas por el turismo.
Pero de cuando en cuando llueve, poco pero llueve, el año pasado llovió en mes y medio lo que en cinco años anteriores. Como consecuencia, la isla se transformo y aparecieron los diferentes tonos de verdes. Este año parece que va por el mismo camino, desde navidad hasta ahora ha llovido bastante, el paisaje ha cambiado con los colores de la hierba. Colores que nos acompañaran un tiempo, justo hasta que el sol haga acto de presencia un día si o otro también, mientras lo que podemos hacer el disfrutar del expectaculo y contemplar la transformación de la isla.
Las fotos son de los alrededores de Tao, pueblo casi situado en el centro de la isla y que pertenece al municipio de Teguise.
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