- Aquellos pastelitos de nuestra infancia.
- Aquellos pastelitos que nos traen recuerdos de los buenos ratos de meriendas en compañía de los amigos.
- Aquellos pastelitos de esa infancia alegre y despreocupada de lo que traería el futuro.
- Aquellos pastelitos que comíamos con entusiasmo y sin preocuparnos del colesterol y la pastelería industrial.
- Aquellos pastelitos con ese irreverente personaje surgido como acompañamiento de los créditos de una película.
- Aquellos pastelitos con un animal que lleva 40 años acompañandonos y haciéndonos reír.
- Aquellos pastelitos...
Yo era de phoskitos
ResponderEliminarOtro pastelito con historia... por cierto, en el banco de sangre del clinico en BCN, lo dan a los donantes, por lo menos antes de irnos a Lanzarote.
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